La obesidad se relaciona con una menor actividad sexual y una peor salud sexual, de acuerdo con una nueva investigación francesa.
La tasa de embarazos indeseados entre mujeres obesas es cuatro veces mayor que la de las mujeres de peso normal, a pesar de que las primeras tienen menos encuentros sexuales, halla el informe.
Para los hombres, ser obesos aumentó considerablemente sus probabilidades de impotencia y su riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.
"Ser obeso tiene una fuerte influencia sobre la vida sexual de las personas", señaló la investigadora principal Nathalie Bajos, profesora asociada de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y directora de investigación del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de París.
Bajos cree que la obesidad tiene un efecto especialmente duro en la vida sexual de las mujeres.
"Debido a la presión o estigmatización social, las mujeres obesas tienen menos probabilidades de mantener relaciones sexuales y más posibilidades de encontrar parejas sexuales por Internet", señaló Bajos. "Debido a su obesidad, no se sienten cómodas para conocer hombres a través de amigos, del trabajo o fiestas", explicó.
Las mujeres obesas también son más propensas que las mujeres delgadas a tener una relación con una pareja que también es obesa o que tiene sobrepeso, apuntó Bajos.
Muchos de estos problemas se deben a la estigmatización de las mujeres obesas, señaló, y "estas mujeres son más propensas a tener baja autoestima".
El informe aparece en la edición en línea del 16 de junio de BMJ.
Para el estudio, Bajos y colegas recopilaron datos sobre el comportamiento sexual de más de 12,000 hombres y mujeres franceses. Entre este grupo, 3,651 mujeres y 2,725 hombres tenían peso normal, 1,010 mujeres y 1,488 hombres tenían sobrepeso y 411 mujeres y 350 hombres eran obesos.
Tener exceso de peso sí afectó la vida sexual, halló el estudio.
En comparación con los hombres y mujeres de peso normal, las mujeres eran 30 por ciento menos propensas a haber tenido una pareja sexual en el último año, mientras que los hombres obesos eran 70 por ciento menos propensos a haber tenido más de una compañera sexual durante el mismo periodo de tiempo, hallaron los investigadores.
Los hombres obesos eran 2.5 veces más propensos a experimentar disfunción eréctil que los hombres de peso normal, y los hombres obesos menores de 30 años eran más propensos a haber tenido una enfermedad de transmisión sexual, encontraron los investigadores.
Las mujeres obesas menores de 30 no buscaban con frecuencia asesoramiento sobre métodos anticonceptivo o el uso de anticonceptivos orales, y eran más propensas a tener embarazos indeseados, hallaron los investigadores, además eran menos propensas a visitar al ginecólogo, señaló Bajos. Debido a su sobrepeso, "no [siempre] se sienten cómodas con la visita al ginecólogo para hablar sobre métodos anticonceptivos", comentó.
Además, los ginecólogos y los médicos generales son menos propensos a recetar anticonceptivos a las mujeres obesas, señaló Bajos. "Es probable que crean que estas mujeres son menos propensas a tener una vida sexual", señaló.
El estudio también encontró que las mujeres obesas eran cinco veces más propensas a conocer a sus parejas sexuales por Internet y a ver pornografía. Aún así, eran menos propensas a ver el sexo como algo importante en sus vidas, señaló Bajos.
La Dra. Sandy Goldbeck-Wood es especialista asociada en medicina psicosexual de Camden and Islington Mental Health Trust en Reino Unido, y autora de un editorial acompañante, Señaló que "las diferentes experiencias sexuales de las personas obesas y no obesas necesitan interpretarse con cautela".
"Necesitamos comprender más cómo se sienten las personas obesas con respecto a su vida sexual, y qué impulsa las actitudes y comportamientos observados. En particular, necesitamos conocer por qué las mujeres obesas usan menos anticonceptivos y tienen más embarazos indeseados a pesar de tener menos parejas sexuales", apuntó Goldbeck-Wood. "Las respuestas son probablemente complejas, con aspectos biológicos, psicológicos y sociales que ameritan un enfoque de investigación cualitativa", agregó.
Los médicos también deben desarrollar el coraje, la habilidad y sensibilidad de hablar con los pacientes directamente sobre su vida sexual y su peso, destacó Goldbeck-Wood. "Los médicos de atención primaria y salud reproductiva y sexual necesitan prestar atención especial a las complejas necesidades anticonceptivas de las mujeres obesas", sugirió.
El Dr. Robert Schwartz, profesor y director de medicina familiar de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami estuvo de acuerdo en que, en estos momentos "muchos médicos no prestan suficiente atención a la sexualidad de los pacientes".
Su consejo para los médicos: "No presuponga que sus pacientes obesos no son tan activos sexualmente como el resto de la población, y necesitan recibir un asesoramiento apropiado".
FUENTES: Nathalie Bajos, Ph.D., associate professor, London School of Hygiene and Tropical Medicine and research director, Institut National de la Sante et de la Recherche Medicale, Paris, France; Sandy Goldbeck-Wood, M.B., associate specialist in psychosexual medicine, Camden and Islington Mental Health Trust and specialty doctor in obstetrics and gynecology, Ipswich Hospital, U.K.; Robert Schwartz, M.D., professor and chairman of family medicine, University of Miami Miller School of Medicine; June 16, 2010, BMJ, online © Derechos de autor 2010, HealthDay
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