Sabias que una rutina deportiva excesiva puede esconder un trastorno psicológico severo

rutina deportiva excesiva
"La actitud del vigoréxico es practicamente compulsiva, en la que él no para de hacer lo que cree que debe hacer para lograr sentirse físicamente bien, al punto de que constantemente se está mirando en un espejo. Es una especie de mal muy parecido a la anorexia, pero al contrario".


Agrega que no existe un "franco trastorno de la percepción", pero sí un deseo irrefrenable de lograr parecer bien y que para lograrlo son personas que recurren a inyeciones de anabolizantes o esteroides que a la larga terminan produciendo lesiones en la salud del individuo como daños al corazón, disfunciones hepáticas, alteración del colesterol, acne y hasta puede afectar la conducta.

No es muy sencillo saber si una persona sufre de vigorexia debido a que muchas veces la actitud de querer un cuerpo saludable se solapa con el trastorno, pero hay ciertas acciones que pueden dar indicios.

Entre las características que resaltan para saber si una persona sufre o no de adicción al ejercicio o de vigorexia están que no toman en cuenta condiciones climáticas o dolores para ejercitarse, se sienten culpables si un día no pueden realizar su rutina y se enojan cuando alguien les hace ver que están sobrepasandose en ejercicios.

Igualmente están muy pendientes del físico, se observan mucho en el espejo, se miden partes del cuerpo y sobretodo, uno de los elementos fundamentales, es que utilizan productos para aumentar ciertas partes del cuerpo si se presentan estas características se puede tener una idea de que se está ante un cuadro de vigorexia.

"Generalmente es muy díficil señalarle a una persona que cree que está haciendo todo bien que tiene algún problema. Además estas personas tienen el concepto de que están cuidando su salud lo que hace que no vean que se están haciendo daño, el problema es cuando no ven los límites y no tienen ningún tipo de control", explica Lespinasse.

Esta adicción, como las demás es curable, pero pasa por el reconocimiento del paciente de de que tiene un problema. Una vez que éste reconozca que tiene un trastorno existen terapias en las que se puede lograr controlar la compulsión así como medicamentos que ayuden a controlar el caracter ya que son díficiles de manejar debido a que su obsesión no les deja ver lo erradas que están.



Fuente El Universal

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