Bien vale el Día Mundial del Riñón, que se conmemora hoy, para recordar la importancia del cuidado preventivo de éstos órganos vitales. Hábitos saludables del día a día para disminuir los riesgos de contraer enfermedades renales.
En el Día Mundial del Riñón y bajo el lema “Riñones para la vida: detenga la agresión a sus riñones” este año se alerta sobre el aumento global del daño renal agudo.
En la Argentina, los niños son uno de los grupos particularmente vulnerables, en especial por la incidencia del síndrome urémico hemolítico, que afecta sobre todo a niños entre 6 meses y 5 años y que en nuestro país ocurren más de 300 casos por año.
También pueden predisponer al fallo renal agudo, la diabetes, la hipertensión arterial, una lesión vascular, la insuficiencia cardíaca, cualquier obstrucción de la vía urinaria –especialmente la que puede ocurrir en el varón a causa de la hiperplasia de la próstata–, y los estados de desnutrición y de deshidratación. Y hay, además, una importante proporción de casos que surgen dentro de la comunidad hospitalaria, principalmente en las áreas de cuidados críticos (terapia intensiva y unidad coronaria), como complicación de otras enfermedades o cuando son sometidos a reiteradas operaciones o estudios diagnósticos con el uso de sustancias de contraste intravenoso.
Es sabido que cada órgano cumple con una función vital y, en conjunto, cumplen con el cometido de permitir al ser humano crecer, desarrollarse y realizar todo tipo de actividades. En tal sentido, los riñones son considerados órganos vitales ya que tienen la función de filtrar la sangre, producir la orina y eliminar las sustancias tóxicas que el cuerpo produce a través de ella. Además, participan en el control de la presión arterial, normalizan el volumen del líquido corporal al retener o eliminar el agua, regulan la formación de glóbulos rojos e intervienen en el metabolismo óseo mineral mediante la formación de vitamina D.
La prevención forma parte importante de los cuidados que cada individuo debe tener para mejorar su calidad de vida. El primer paso de la prevención es el conocimiento, para entender la importancia del cuidado de los riñones y su incidencia en el normal funcionamiento de nuestro cuerpo lo que permitirá desarrollar, día a día, hábitos más saludables que ayuden a disminuir los riesgos de contraer enfermedades renales.
“Este tipo de patologías pueden presentarse de forma silenciosa y aparecer a cualquier edad, de hecho se estima que más de 3 millones de personas en nuestro país las sufren y la mayoría lo desconoce”, destacó la doctora Cristina Vallvé (MN 66876), médica nefróloga y presidente de la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN).
Y aconsejó: “Mantener una dieta equilibrada y saludable con una ingesta de proteínas en cantidad moderada y un consumo diario de sodio que no supere los 6 gramos”, cifra que actualmente en la Argentina se duplica, ya que s consumen en promedio 12 gramos de sal por día).
Asimismo, las personas que forman parte de los grupos de riesgo, es decir, quienes padecen diabetes y/o hipertensión, deben controlar periódicamente la evolución de la función renal.
Las principales causas que pueden originar una insuficiencia renal aguda son: cuadros de deshidratación (diarrea, vómitos, fiebre, diuréticos), consumo de antiinflamatorios no esteroides (AINES), enfermedades infecciosas (dengue, fiebre amarilla, malaria, leptospirosis), Síndrome Urémico Hemolítico (SUH – más frecuente en niños), abortos sépticos, sépsis (respuesta inflamatoria sistémica ante una infección grave), sustancias de contacto intravenoso en estudios de diagnóstico y síndrome de aplastamientos (como los que se producen en terremotos).
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