Este canadiense estuvo perdido en un bosque, a 800 kilómetros de Monstreal, durante tres meses y para no morirse de hambre tuvo que comerse a su perro, un pastor alemán.
Lavoie fue víctima del ataque de un oso que destruyó su canoa y echó a perder todas sus provisiones. Lo más cruel de todo es que el perro salvó la vida de Lavoie al lograr ahuyentar al oso y evitar que así atacara a su amo.
Tres días después del incidente tuvo que acabar matándolo con una piedra para comérselo y así lograr sobrevivir ya que no encontraba comida. Los expertos en supervivencia aseguran que el hombre actuó perfectamente.
Lavoie fue hallado la semana pasada por un equipo de rescate que lo sacó del bosque en helicóptero: estaba agonizando y había perdido la mitad de su peso corporal, y lo primero que dijo fue: “Quiero otro perro”.
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