La XII Conferencia Regional Sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que se celebra en la capital dominicana, fue ayer un escenario de protestas donde mujeres, de diferentes nacionalidades, se mantuvieron gritando a coro "Todos somos Haití" por casi cinco minutos y levantando pancartas en apoyo al reclamo de los alegados hijos de inmigrantes ilegales haitianos.
Debemos dejar bien claro, que República Dominicana y Haití son dos naciones totalmente distintas, y la discusión aquí, es un tema de Derechos Humanos, de derecho a la nacionalidad y una consecuencia que genera la sentencia del Tribunal Constitucional en limitarle la nacionalidad a personas que ya la habían adquirido por derecho, que es totalmente diferente.
En este caso, lo que tiene que ver con los efectos de esta sentencia, precisamente el slogan y las demandas de los sectores afectados de que Todos somos Haití es precisamente todo lo contrario en el sentido de que todos y todas somos dominicanos y es lo que se ha estado planteando. Esto es la consecuencia de una decisión completamente arbitraria tomada por el Tribunal Constitucio0nal, Esto no es un evento de la República Dominicana, esto es un evento internacional organizado por la CEPAL donde la mayoría de las participantes eran mujeres de Brasil, Colombia, Venezuela, Bolivia, que aprovecharon el espacio para primero expresar la solidaridad con un pueblo que la República Dominicana ha estado afectando no solo con la sentencia, sino con el tema que tiene que ver con la expulsión de nacionales haitianos de nuestro País en condiciones que no son adecuadas, que no se apegan a las leyes, y esto que vimos en el día de ayer lo volveremos a encontrar en cada escenario internacional en que participe la República Dominicana.
Estamos hablando de un grupo de extranjeras, un grupo de feministas que sienten que deben ser solidarios con un País, que de alguna manera ha sido afectado por políticas públicas en el caso migratorio. Pero interrumpir al Presidente dela República Danilo Medina, cuando él esperó por más de dos horas escuchando las ponencias y los discursos de las secretarias ejecutivas de la CEPAL, de la organización ONU-Mujeres y de otras delegadas, es un acto que merece nuestro rechazo.
La protesta de las extranjeras debe ser considerada como una injerencia y una falta de respeto al presidente Medina, cuando se trataba de un acto de promoción y apoyo al desarrollo de la mujer que nada tiene que ver con la situación migratoria del país, dijo Consuelo Despradel, una activista política y comunicadora que encabezó otro grupo de mujeres que coreaban "Todas somos dominicanas".
Eso que sucedió ayer, es una grosería, un irrespeto. No hay quien le haga más daño a una buena causa que aquel que la defiende mal. Si estamos defendiendo derechos no debemos irrespetar el derecho de los demás, porque no luce sincero. Una persona que está en el uso de la palabra, más cuando se trata del primer mandatario de una nación, y no está ofendiendo a los presentes, no debe ser interrumpido, se debe respetar su derecho a voz, y más cuando se es el anfitrión de un evento. Con más razón y con todos los motivos del mundo se debe respetar.
Debemos tener en cuenta, además que el Presidente Danilo Medina se ha desvinculado de la sentencia inhumana por la que se mueve esa protesta. Es un Presidente que ha dicho que ahí hay un problema humano que hay que buscarle solución, una persona que ha recibido a víctimas de esta sentencia y le ha manifestado que es un problema que hay que buscarle solución. Por lo tanto, no Todos Somos Haití, no contribuyan más a la confusión. Este tipo de protestas tienen sus momentos y escenarios, recordemos que la República Dominicana ha hecho importantes aportes a la República haitiana tras el terremoto del año 2010.
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