Miercoles 19 de Junio de 2013
Un programa emitido por la televisión londinenseIqraa TV, que se define como “el refugio de la familia musulmana”, presentó un espacio presentado porJassem Al-Mutawa, basado en consideraciones que deben tenerse en cuenta a la hora de establecer un comportamiento disciplinado en la familia.
“Hoy vamos a hablar de la imposición de la disciplina en la familia. A veces, la disciplina familias se entiende mal y, por tanto, en la era moderna, hay una gran cantidad de violencia doméstica. Como resultado de ello, las relaciones maritales se desintegran, lo que lleva a la inestabilidad y al divorcio. Una disciplina familiar es un derecho del marido sobre la mujer, y viceversa”.
El Doctor Mohamed Al-Hajj, profesor de Fe Islámica de la Universidad de Jordania, acude como invitado y experto e inaugura su discurso diciendo; “tenemos que hacer frente a nuestros problemas a través del diálogo y el entendimiento mutuo”.
Pero su concepto sobre el "entendimiento" dista mucho de lo que manifiestan presentador e invitado poco después. “El castigo se limita a los casos de rebelión, en los que la vida familiar se convierte en un infierno". “En primer lugar, en cuanto el marido empieza a temer que vaya a haber una desobediencia real, ha de comenzar la etapa de reconvenciones”.
Si persiste la rebeldía familiar aseguran que hay que pasar a “la siguiente etapa: rehúsa compartir su cama, como un modo de hacerle sentir que no estás contento con su comportamiento”. Ahora bien, “si ella persiste, y el marido le ha dado nuevas oportunidades” y “sin embargo, sigue siendo rebelde, La sabiduría del Islam se manifiesta en la existencia de un otro método: el de los golpes no agresivos”.
Y para eso el magisterio de Mohamed Al-Hajj explica la diferencia entre los golpes duros y los que no lo son: “Las palizas duras dejan marchas en la cara y en el cuerpo”, de modo que “no hay que golpear en la cara y no hay que propinar golpes que provoquen fracturas o heridas”.
El periodista añade a las palabras del experto que “según las últimas estadísticas de la ONU, a partir de 1999-2000, cada 12 segundos una mujer es golpeada por su marido en los EE.UU., y en algunos casos, estas palizas conducen a la muerte de la mujer”. No ocurre lo mismo en los países islámicos: A pesar de que el Corán permite al marido golpear a la mujer, “no tenemos casos de muerte como consecuencia de ello, y si ha habido algún caso, es algo raro. Por otro lado, en occidente, donde no tienen el Corán o la Sunna, cada 12 segundos una mujer es golpeada por su marido”.
VER PROGRAMA AQUÍ.
“Hoy vamos a hablar de la imposición de la disciplina en la familia. A veces, la disciplina familias se entiende mal y, por tanto, en la era moderna, hay una gran cantidad de violencia doméstica. Como resultado de ello, las relaciones maritales se desintegran, lo que lleva a la inestabilidad y al divorcio. Una disciplina familiar es un derecho del marido sobre la mujer, y viceversa”.
El Doctor Mohamed Al-Hajj, profesor de Fe Islámica de la Universidad de Jordania, acude como invitado y experto e inaugura su discurso diciendo; “tenemos que hacer frente a nuestros problemas a través del diálogo y el entendimiento mutuo”.
Pero su concepto sobre el "entendimiento" dista mucho de lo que manifiestan presentador e invitado poco después. “El castigo se limita a los casos de rebelión, en los que la vida familiar se convierte en un infierno". “En primer lugar, en cuanto el marido empieza a temer que vaya a haber una desobediencia real, ha de comenzar la etapa de reconvenciones”.
Si persiste la rebeldía familiar aseguran que hay que pasar a “la siguiente etapa: rehúsa compartir su cama, como un modo de hacerle sentir que no estás contento con su comportamiento”. Ahora bien, “si ella persiste, y el marido le ha dado nuevas oportunidades” y “sin embargo, sigue siendo rebelde, La sabiduría del Islam se manifiesta en la existencia de un otro método: el de los golpes no agresivos”.
Y para eso el magisterio de Mohamed Al-Hajj explica la diferencia entre los golpes duros y los que no lo son: “Las palizas duras dejan marchas en la cara y en el cuerpo”, de modo que “no hay que golpear en la cara y no hay que propinar golpes que provoquen fracturas o heridas”.
El periodista añade a las palabras del experto que “según las últimas estadísticas de la ONU, a partir de 1999-2000, cada 12 segundos una mujer es golpeada por su marido en los EE.UU., y en algunos casos, estas palizas conducen a la muerte de la mujer”. No ocurre lo mismo en los países islámicos: A pesar de que el Corán permite al marido golpear a la mujer, “no tenemos casos de muerte como consecuencia de ello, y si ha habido algún caso, es algo raro. Por otro lado, en occidente, donde no tienen el Corán o la Sunna, cada 12 segundos una mujer es golpeada por su marido”.
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